A pesar de que muchos de los que entran por primera vez en esta espectacular casa de campo creen que se trata de un edificio con varios siglos de antigüedad, se trata en realidad de un edificio prácticamente nuevo, ya que las ruinas sobre las que se levanta apenas pudieron ser rescatadas. Pero ello no impidió que la nueva construcción compartiera el mismo espíritu que inspiró a los nobles mallorquines cuando construyeron sus antiguas casas solariegas, las “Possessions”.
Antonio Obrador, gran conocedor de la arquitectura tradicional, reprodujo las técnicas y elementos constructivos tradicionales, para crear un lugar fuera del tiempo, que ha conseguido algo tan difícil de lograr en una obra nueva la sensación de que este lugar siempre fue así.