Esta antigua casa de campo está situada en uno de los valles más escondidos y mágicos de la isla de Mallorca. Cuando fue adquirida por un anticuario y coleccionista de arte inglés era una simple ruina que había sido saqueada y destruida por siglos de abandono.
Sin embargo, conservaba aún una elegancia en sus formas y una estructura sólida que fue la base sobre la que se realizó la importante restauración que le devolvió el esplendor perdido, adaptándola a las nuevas necesidades de la forma de vida actual.